La más apreciada es de León y Ávila, su forma de riñón es su gran característica. Sus propiedades de nutrición son gratamente conocidas en la gastronomía internacional.
Su grano tiene forma de riñón ovalado, medio lleno, de color blanco veteado y tamaño mediano. Una vez cocida, presenta una piel lisa y un albumen blando y medianamente mantecoso.
Aportan una gran fuente de energía como consecuencia de sus hidratos de carbono, vitamina del complejo B, fósforo, potasio, magnesio y selenio. Para rematar, no poseen grasas saturadas ni colesterol.